¿Cómo optimizar el presupuesto en época de rebajas y post fiestas?

En época de rebajas es fácil y habitual encontrarnos en situaciones donde la abrumadora oferta de productos y servicios rebajados nos induce a un estado irracional de deseo y consumismo, que en la mayoría de las ocasiones no cubre ninguna necesidad o utilidad preexistente.

Y es este factor, la necesidad que podemos tener, o la utilidad que nos pueda reportar cierta compra, junto con nuestra capacidad de pago, el que debemos tener en cuenta. Y la herramienta que usaremos para no desviarnos de este objetivo será el presupuesto.

La importancia del presupuesto

Un presupuesto no es más que un ejercicio en el que situamos o cuantificamos para un determinado período, las necesidades que queremos cubrir con los recursos delos que disponemos. Lo que habitualmente provocará que debamos tomar decisiones relativas a qué necesidades cubrir, o cuándo.

Y es que una vez definidas las necesidades o utilidades que queremos cubrir, es de vital importancia tener en cuenta nuestra capacidad de pago actual y futura. Esto es lo que nos marcará nuestros límites presupuestarios y posiblemente incluso nuestro calendario de compras.

Y esta será la importancia del presupuesto, tanto para este ejemplo de situación de rebajas, como para cualquier otro. Tener previamente definido qué utilidades queremos cubrir, con qué recursos, y en qué horizonte temporal, con el fin de no incurrir en compras innecesarias que nos puedan provocar una situación de inestabilidad financiera.

¿Cómo puedo optimizar el presupuesto?

Por evidente que pueda parecer, lo más importante y a la vez lo más complicado, será definirlas necesidades o utilidades que realmente queremos cubrir, con el fin de no realizar ninguna compra impulsiva que pueda ocasionar desviaciones en nuestro presupuesto, que potencialmente nos pueda provocar o bien un desajuste económico, o bien acabar renunciando a algo que previamente definimos como necesario.

Para ello, primero detallaremos el presupuesto al máximo, con un claro límite económico, y una lista cerrada de compras a realizar.

En segundo lugar, es recomendable tener también una lista, o una idea, de alternativas sustitutivas a las que recurrir si nuestra primera opción no está disponible en las condiciones que esperábamos.

En tercer lugar, es importante planificar nuestro calendario de compras. Especialmente cuando el importe total de las necesidades que queramos cubrir se acerque mucho a nuestra capacidad de pago. Adelantando o retrasando ciertas compras, podemos conseguir hacer frente a todas nuestras compras ampliando el horizonte temporal de nuestro presupuesto.

Y por último, y relacionado al anterior punto, debemos tener siempre en cuenta las posibilidades de pago que nos puedan ofrecer los proveedores de los productos o servicios que queramos adquirir, e incluso posibilidades de financiación externa. Estas herramientas también nos ayudarán a optimizar nuestro presupuesto, permitiéndonos aumentar el horizonte temporal y cambiando capacidad de pago actual por futura.

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